Al leer tres artículos diversos a temas tocantes sobre la
investigación y desarrollo de tecnologías en nuestro país, nos encontramos con
argumentos a favor y en contra de la situación por la que atraviesa México en
materia de investigación, tanto científica como tecnológica. Ahora, de todos,
podemos destacar la suma relevancia e importancia de la misma en el país y para
su desarrollo. A continuación, un comentario sobre los artículos analizados.
En primer lugar, tenemos un artículo en el que se aborda el
carente y casi nulo porcentaje de PIB que se destina hacia el área de
investigación en nuestro país. Al hacer un análisis estadístico por parte de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro
país se encuentra en el último lugar de los englobados por el mismo organismo.
Esto resulta realmente triste, puesto que, como se menciona en el artículo, la
inversión en este ámbito es fundamental para el progreso de la nación, y con
carencias como las que se aprecian, la situación tanto económica como
tecnológica del país difícilmente cambiará. El gobierno y la vida económica que
se lleva en México son aspecto fundamentales que propician lo mencionado, pero
hay una esperanza al final del túnel: el ingenio mexicano y las ganas de
crecer.
Otro corto pero interesante artículo nos hace notar algo
realmente inspirador, como la luz al final del túnel nuevamente: en México hay
potencial; hay mucho potencial, solo hace falta el apoyo para que salga
adelante. Potencial intelectual, ganas de crear, descubrir y ampliar
horizontes. El día que este aspecto reciba el apoyo que necesita, quién sabe
hasta dónde podríamos llegar. En contrapunto, hace notar las deficiencias en el
gobierno del país, que no brinda el debido apoyo a este tipo de inventos, por
lo que muchos terminan lléndose al extranjero o cosas por el estilo, dejando
mucho que desear y una inmensa fuga de cerebros.
Un último artículo, al igual que el anterior, nos deja ver
una lista de grandes aportes tanto tecnológicos como en materia de
descubrimiento y desarrollo en diversas áreas que han nacido en nuestro país. Y
es que México ha sido cuna de grandes avances de talla internacional que han
revolucionado prácticamente la manera de vivir en diversos aspectos; sean la
tecnología, las actividades cotidianas, la construcción, entre otras más. Es un
punto que no debemos pasar por alto.
Ahora, surge una cuestión de haber leído estos artículos:
¿Por qué es imposible hablar de bienestar social sin
investigación científica y aplicada?
Sinceramente, y desde un punto de vista objetivo, he
observado y aun, comprobado que el ritmo de vida que llevamos hoy día se
satisface únicamente con un avance tecnológico, puesto que estamos apegados a
tal grado del maquinismo que lo necesitamos para un bienestar. Es aquí donde
cae la importancia de la investigación científica, aspecto que nos ayuda al
desarrollo de nuevas tecnologías que satisfacen nuestras crecientes necesidades
y nos brindan un bienestar social. Es por ello que no debemos tenerlos como
términos aislados, si no como unos realmente relacionados entre sí. La
investigación nos brinda las herramientas para llegar a ese bienestar que se
busca constantemente, sea para la salud, para el entretenimiento, para una vida
más fácil; sea cual sea el motivo, solo es posible con la investigación
científica y aplicada.
Reflexión final
El tema de la investigación tiene constante relevancia y la
ha tenido desde que el hombre comenzó a querer saber más sobre el mundo.
Investigar nos trae respuestas, conocimientos, que se traducen a largo plazo en
avances, cuales no han permitido llevar una vida plena y alcanzar un bienestar.
Por ello la relevancia, pero al echar un vistazo más crítico y profundo hacia
nuestro país en el mismo aspecto, nos damos cuenta que realmente hay
deficiencias y aun, huecos que nos impiden un avance como el soñado o deseado.
¿Por qué? Por el simple hecho de no darle la importancia y los recursos necesarios
al avance y desarrollo de la investigación. Por ello el rezago, la deficiencia
económica. Pero detrás de todos los males que parecen aquejar a nuestro país en
este aspecto, hay una esperanza, como se dijo anteriormente: el ingenio
mexicano. Las ganas de crecer, de crear, de construir, valiéndose de la
investigación como vehículo para alcanzarlo. Estamos a un paso de crecer, pero
es un paso que debe ser colectivo, y solo se hará posible si todos
reflexionamos sobre la importancia de la investigación en nuestro país y aun,
en nuestras vidas.
Por Luis Arturo Reyes Llanos
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